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Carlos Javier Díez (el autor de este artículo) no se responsabiliza de los sueños de Carlos Javier Díez ni comparte necesariamente lo que Carlos Javier Díez dice en este artículo.
Prólogo
He tenido unos sueños. No sé si decirles que son un broma de mi imaginación o una propuesta seria que me hago sin querer.
Si les digo lo segundo corro el riesgo de que me tomen ustedes por un peligroso terrorista, o en el mejor de los casos por un pobre loco, así es que dejémoslo en ¿broma?
Verán. A mí lo que realmente me fastidia es que si he tenido -y aún tengo- que pagar las casas que no había que haber construido si he tenido -y aún tengo- que pagar los préstamos que no había que haber prestado, si he tenido -y aún tengo- que pagar los incentivos que no había que haber incentivado... ¿Porqué no puedo disponer de lo que pago?
Me pregunto si la Solución Destroyer acabaría con el paro de una tacada, si la Solución Destroyer llevaría los precios de la vivienda a su nivel justo de una tacada, si la Solución Destroyer reactivaría la industria de una tacada, y, finalmente me pregunto si la Solución Destroyer podría repetirse cíclicamente.
En fin, ahora, lean y pregúntenselo ustedes (no me digan luego que les he quitado el sueño).
Sueño I
Tras veinticinco años, la burbuja financiera revienta en 2009. A los mercados de renta variable se les derrumba el castillo -de aire- en el que se sustentaban y se ven obligados a alinearse con la realidad económica. Los precios de las acciones dejan de hacer caso al ‘tonto del pueblo’ y vuelven a ser una función de los rendimientos por dividendo -que han sido una miseria durante mucho tiempo-.
El Ibex 35 se hundirá por debajo de los 3.000 puntos y el Gobierno, en un intento de detener el pánico, obligará a la bolsa a ‘irse de vacaciones’, prohibiendo además totalmente cualquier operativa en corto.
En este escenario tuve una visión sobre los derivados, pero fue borrosa.
Sueño II
Con el Sistema Público –y los privados- de pensiones prácticamente aniquilados -y con un montón de gente –los baby boomers que dicen los americanos- pretendiendo jubilarse en masa, los Gobiernos sufrirán sin duda la enorme –y por otra parte inevitable-tentación de entrar en el mercado para ajustar los precios al alza. Por lo tanto, en algún momento del año 2010, el empezaremos a imprimir cientos de miles de millones de billetes frescos y de alguna manera se comprarán acciones en nombre del Gobierno. No pasará nada con el Banco Central Europeo porque los demás estarán haciendo lo mismo.
En España, este sistema de compra podrá ser el ya intentado de invertir en Bolsa los ahorros del Fondo de la S.S., pero como, previsiblemente, para ese entonces estos ahorros se hayan acabado, inventarán un ‘nombre-de-fantasía’ para una nueva Compañía Estatal (o para varias Autonómicas); los nombres serán algo así como: Fondo para la Garantía Mutua del Contribuyente, ó Caución Autonómica Extremeña. No servirán para nada, pero permitirán a los pocos que queden en la Bolsita salirse; con pérdidas ingentes eso también, pero salirse al fin y al cabo.
Sueño III
Miles y miles de nuevos jubilados, incluso aquellos con expectativas para conseguir una jubilación de oro, quedarán en la práctica sin un duro. Algunos morirán de hambre o congelación en sus propios hogares. Cientos de miles estarán desalojados y sin techo, o en el mejor caso tendrán que desplazarse al pueblo a la casa de la abuela o de la suegra –si los tienen-.
Encontrándose ya en el límite por la creciente marea de desempleados, los Servicios de Sanidad y Bienestar tanto estatales como locales se derrumbarán en 2012 y dejarán de funcionar en muchas de nuestras Autonomías, teniendo como inmediata consecuencia el masivo desplazamiento de personas hacia aquellas que aguanten, lo que hará arruinarse a estas últimas a toda velocidad.
Sueño IV
La famosa Flexibilización Cuantitativa no va a servir para reiniciar el anterior camino de préstamos y consumo.
Como el Gobierno tomará cada vez más medidas más drásticas para obligar a los bancos a prestar, la hiperinflación comenzará a afianzarse. Sin embargo, el alivio de la deuda global a través de una devaluación de la moneda será lo más probable.
Estas devaluaciones implican una batalla muy interesante entre las grandes potencias. Si el primero en devaluar es, digamos Estados Unidos, conseguirá momentáneamente un alivio de Deuda y un considerable ahorro. Claro que, por ejemplo a China no le haría ninguna gracia la medida y empezarían a protestar como locos porque tienen gran parte de sus reservas en dólares; al final se darían cuenta de que amenazar o gritar no les serviría de nada. Tengo la impresión de que si algún país se toma en serio este sueño, empezará inmediatamente a eliminar de sus reservas al Dólar. Que cada cual saque sus conclusiones sobre lo que pasará con el Oro.
Claro que también Europa, se verá muy perjudicada por la anterior medida –se acabaron las exportaciones-, y a su vez devaluará el Euro, con lo que la jugada anterior no le habrá servido a Estados Unidos absolutamente para nada. ¿Quién devaluará el último y hasta cuándo durará la cadena de devaluaciones que inevitablemente se sucederá?
En España, como siempre, no haremos nada excepto verlas venir. Muchos pedirán al Gobierno la salida del Euro –lo hacen ya-, pero será como clamar en el desierto.
De nuevo aquí tengo un tramo borroso sobre la salida de España del Euro. No veo bien las siglas del partido que manda; ni siquiera veo si nos vamos o nos echan.
Sueño V
El Gobierno dejará de fingir que puede financiar continuamente a las empresas.
A finales de 2010, el único comprador de Bonos Españoles será el propio Gobierno y aquellas Instituciones Financieras bajo su control.
Sueño VI
Como las necesidades de financiación disminuirán al no haber empresas, los burócratas, abogados y similares se verán abocados al desempleo, que aumentará en el sector privado eliminando su exceso de capacidad y los puestos de trabajo superfluos -que son casi todos en alguno de estos sectores-.
El gobierno tratará de reducir el desempleo, pero éste tozudamente incrementará. Se dejará de informar de las cifras de desempleo cuando alcancemos el 35%. No sé cuál será la excusa, pero la realidad es que dejarán de darse por demasiado embarazosas.
Aquí se acabó para mí este sueño, porque no tenía cifras.
Sueño VII
Con sus esperanzas de una jubilación decente quemadas y sus salarios actuales congelados o disminuidos, la policía y otros trabajadores de los diferentes estamentos –estatales locales y autonómicos-, serán atraídos en masa por el lado oscuro y muchos optarán por practicar la corrupción al por mayor para poder sobrevivir.
Los tiempos del funcionario poco útil, pero honesto, amable e imparcial, los tiempos de los policías y funcionarios locales sonrientes habrán llegado a su fin.
Sueño VIII
El exceso de capacidad comercial que soportamos nos golpeará con crueldad, como si fuera una venganza. En 2012, cientos y cientos de centros comerciales cerrados, urbanizaciones sin terminar, hoteles, restaurantes de carretera, centros de distribución, complejos turísticos edificados en la mitad de ningún sitio, y los pequeños aeropuertos de provincias, se convertirán en ruinas.
Algunas zonas costeras se volverán peligrosos pueblos fantasmas. Sin incentivo económico para su mantenimiento o reparación, todos ellos se desmoronarán formando siniestras esculturas de tejados caídos, madera y hormigón polvoriento.
Sueño IX
Los Bancos y Cajas, apoyados por la pésima política del Gobierno, financiados con nuestro propio dinero -y sin nuestro consentimiento-, habrán potenciado el lobby, que ya incipientemente están formando, para salvar sus balances y dar salida a las viviendas que tienen en stock. Dejarán así al propietario de clase media sin ninguna salida en absoluto para vender su piso, excepto que lo regale: el lobby nunca concederá una hipoteca a un comprador que se interese en una vivienda si ésta no es propiedad, precisamente, del lobby de Bancos y Cajas.
A finales de 2010, sin posibilidad de competir con el estamento bancario en un mercado abierto y poder, tal vez, vender su piso y renegociar de algún modo su deuda, millones de hogares se habrán quedado atrás en sus hipotecas o habrán dejado de pagarlas por completo.
Pero, los Bancos y Cajas pagarán cara su ambición porque ni ellos ni los Juzgados serán capaces de procesar el enorme volumen de papeleo y juicios que se les vendrá encima. No podrán, ni mucho menos, aprovecharse realmente de su insania ni podrán ya revender las viviendas. El mercado de la vivienda en el país se bloqueará por completo: nada comprado o vendido.
Sueño X
Finalmente soñé con un salvador montado en un caballo blanco. Desgraciadamente no pude ver la cara del héroe, pero si pude leer claramente el lema que brillaba en su escudo: “DEMOLICIÓN”.
Venía al frente de un ejército de excavadoras, retros y niveladoras de todas las clases y colores, amarillas y rojas y grandes y pequeñas. Detrás, en perfecta formación miles de barreneros y especialistas en explosivos pertrechados de modernos instrumentos -algunos de los cuales yo no había visto nunca-, avanzaban al paso de las máquinas.
Flanqueando este ejército, y a cada lado, quince o veinte dumpers de 2500 HP cada uno, capaces de cargar 300 toneladas, lucían su brillante carrocería amarillo canario mientras que cien agraciadas jóvenes montadas en cada uno de ellos repartían folletos publicitarios que decían:
“La única solución es destruir el exceso. Dejémonos de parches. Ya que pagamos, destruyamos y todos nos beneficiaremos reconstruyendo. Pagar para que Bancos y Cajas no quiebren es inútil, dejémosles que paguen sus excesos y se retiren del mercado. Paguemos a los pequeños propietarios un precio justo por sus viviendas y destruyámoslas. Ya que las hemos pagado, son nuestras, retirémoslas del mercado y todo se ajustará.”
En el dorso, el anuncio insistía:
Una posguerra soluciona una economía en crisis. Destruyámoslo todo en una guerra incruenta. ÚNETE A LA SOLUCIÓN DESTROYER
Hace unas semanas que ya no sueño nada, pero en realidad lo que me pasa es que ya no puedo dormir.