En El Blog de K. Bourbaki
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Hasta hace unos años yo era un buscador compulsivo de betas, lo confieso.
La β (Beta) de una cartera es un número abstracto que relaciona los retornos de esta cartera con su mercado de referencia considerado como un todo.
Por ejemplo, una cartera con β cero quiere decir que sus resultados no están correlacionados con el mercado, una β positiva significa que hay una parte del resultado de la cartera correlacionado directamente con el mercado, y una β negativa implica una correlación inversa.
Evidentemente, el mercado considerado como un todo tiene una β positiva e igual a uno. Vender el mercado tendrá β negativa e igual a -1. Ir apalancado tendrá beta mayor que uno en el sentido que corresponda.
El coeficiente β es un parámetro clave en el Capital Asset Pricing Model (CAPM), que es -o mejor dicho ha sido- generalmente admitido como la panacea para los gestores, desde Markowitz, Sharpe, etc.
La β se calcula con métodos de regresión de la cartera -de sus componentes- contra el índice de referencia.
En conferencias, charlas e incluso en gestión real he defendido el papel que la ponderación de activos tiene en la composición de una cartera. He sido un fan de Markowitz, Sharpe y BrinsonNo hace falta que les diga nada sobre Markowitz y Sharpe, ambos Premios Nobel en 1990.
En cuanto a Gary P. Brinson pueden ustedes buscar por ahí, por ejemplo en Wikipedia , encontrarán numerosas referencias especialmente en cuanto a este documento Determinants of Portfolio Performance que publicó en 1986 en Financial Analysts Journal junto a L. Randolph Hood, and Gilbert L. Beebower.
En este documento, Brinson y sus colegas concluían que el factor determinante del comportamiento de una cartera era la simple ponderación de los activos que la componían. Esta ponderación explicaba el 94% del resultado mientras que los restantes factores, es decir la selección concreta de activos y el tiempo en el que entraban a formar parte de la inversión sólo acreditaba el 6% del valor de la misma.
En otras palabras, y simplificando mucho: en el tiempo, la sóla ponderación de los componentes de su cartera -por ejemplo entre Renta Fija y Renta Variable- explicará el 94% de lo que usted gane y no tendrá ninguna importancia el momento en el que usted compró BBVA ni tendrá importancia alguna el esfuerzo que usted haga por analizar el punto de entrada en Arcelor.
Ésto es lo que hay, y es verdad verdadera., cuyas técnicas he utilizado siempre con mayor o menor fortuna -aún ahora lo hago, pero con más precauciones-.
Alfa, Beta y los Hedge Funds
Ya hemos visto lo que es β, nos importa ahora su papel en el modelo de una cartera.
Según la teoría moderna, ahora denostada pero válida para nuestros propósitos en esta entrada del blog, el comportamiento de una cartera responde a esta formulita:
\[ R_{cartera} - R_{libre} = \alpha + \beta \cdot \left ( R_{indice} - R_{libre} \right ) + \epsilon \]
- \(R_{cartera}\) es el rendimiento de la cartera en cuestión
- \(R_{libre}\) es el tipo sin riesgo al que se puede invertir en ese momento -normalmente el Euribor-
- \(R_{indice}\) es la rentabilidad del índice de referencia que hemos tomado para establecer el modelo
- \(\alpha\), \(\beta\) y \(\epsilon\) son los parámetros que definen la cartera
Veamos un par de ejemplos:
Si invertimos en un Depósito del Banco Santander al 3% cuando el Euribor está al 1,4% y tomamos como referencia de nuestra inversión la referencia lógica para la Renta Fija -que es el propio Euribor-, vemos fácilmente que el segundo sumando de la derecha, el factor β( R
indice - R
libre ) es igual a cero,
sea cual sea βUna vez emitido el depósito- β será siempre cero porque el depósito no se verá influenciado de ninguna manera por las variaciones del Euribor. Pero además, aunque el depósito estuviera indexado, lo que sí va a ser cero es el segundo sumando completo porque (Rindice - Rlibre) es cero forzósamente..
Vemos también que ε, que es el riesgo intrínseco de la inversión, riesgo no diversificable o -en raro- riesgo idiosincrático, también será cero supuesto que el Banco Santander va a pagar el Depósito.
Así pues sólo nos queda calcular α mediante una simple resta: α = .03 - .014 = .016 = 1,6%
En este ejemplo hemos determinado α como la parte del rendimiento de una cartera que es independiente del índice de referencia, el rendimiento obtenido a índice plano. Así el α del Depósito era el exceso de rentabilidad que en este preciso momento está obteniendo respecto al Euribor. Veamos otro ejemplo ilustrativo:
Suponga ahora que, en las mismas condiciones anteriores, invertimos en el Ibex comprando todas las acciones que lo componen en sus respectivas proporciones.
En este caso es evidente que β = 1 y que R
cartera = R
indice puesto que son lo mismo.
Obtener como resultado que α = 0 es un juego de niños, obteniendo así una verdad de
Pero Bruño,
que a la mano cerrada llamaba puñoUna lanza a favor de Pero Bruño, inventor del refrán que lleva el nombre de su primo Pero Grullo, ladrón de refranes y mantenedor de famas injustas, cual es que el índice Ibex no tiene ningún exceso de retorno sobre el índice Ibex.
Ahora que ya comprendemos un poco α y β, se nos hará claro entender lo que hacen los Hedge Funds en contraposición a los Fondos tradicionales.
Mientras que los Fondos y gestores tradicionales persiguen β buscando carteras que repliquen un índice -o un sector, o una zona geográfica- intentando que su β sea mayor que 1 y sin perder de vista α, la gestión alternativa, los Hedge Funds, persiguen directamente α buscando activos descorrelacionados -con poca β-, o buscando β negativa bien directamente mediante activos largos, o si no los encuentran, mediante operaciones en corto o estructuras derivadas.
Es clave que se percate de lo que he dicho sobre los Fondos tradicionales: sin perder de vista α para entender lo que sigue.
Gestión clásica vs. Gestión moderna: el mercado hoy
Como les decía, yo hasta ahora era de los tradicionales y lo sigo siendo, pero cada vez menos. La razón de mi cambio personal es que en los mercados de estos últimos años, la dominancia de la β en el cálculo de la fórmula de arriba es de tal calado, que anula el papel de α en las carteras tradicionales -no tiene más que ver la volatilidad exhibida en cualquier mercado-.
Por lo expuesto, no hay actualmente gestor alguno que con una gestión clásica -no apalancada-, sea capaz de batir consistentemente al mercado. Y cada vez lo tendrán más difícil, por la sencilla razón de que, en estas condiciones, es imposible generar α, y por tanto el exceso de rentabilidad respecto al mercado tiende a ser cero, como hemos visto en el segundo ejemplo anterior.
Entonces ¿qué hacemos?, ¿nos convertimos en buscadores de α?. Me parece que no queda más remedio.
El bueno, el feo y el malo
Hay muchas maneras maneras de buscar α pero, en el fondo -como casi todo-, se reducen a tres, la buena, la fea y la mala. Voy a decirles cuál es cada una de ellas para mí, aunque admito que cada uno puede tener su propia opinión y que yo puedo estar completamente equivocado.
- La buena es la manera que utilizan inversores como Warren Buffet, que se basan en su exclusiva forma de pensar -que es la que genera α-. Personas como él pueden permitirse batir al mercado consistentemente porque son independientes
El problema de esta forma de generar rendimiento es que se necesita tiempo y dinero, que es lo que nos falta a casi todos nosotros. Ésta característica la hace impracticable para el común de los mortales.
- La fea es aquella manera que utiliza una aproximación impar a la caza de α. Utiliza un gato que no es ni blanco, ni negro, ni siquiera lustroso, es un gato de raza callejera pero que caza ratones. Caza menos que el gato de Buffet, pero no come tanto y necesita mucho menos espacio.
He encontrado en mi vida tres inversores que han dado con una manera fea -y está usted pensando bien si cree que me incluyo a mí mismo entre estos tres-.
- Finalmente, los sistemas malos son aquellos que no funcionan.
Ésto que puede parecer una obviedad no es tal, los sistemas malos se disfrazan, aunque todos ustedes conocen cuáles son, yo no tengo que explicarles nada. La mayoría de nosotros hemos sido -o somos todavía- expertos en este tipo de sistemas. Otro cantar es que nos gusten o que no hayamos encontrado alternativas.
Conclusiones
¿Tengo entonces que gestionar mis inversiones buscando α? !Desde luego!, ya hemos apuntado que, hoy por hoy, no queda más remedio.
Lo único que debe quedarle claro es que su objetivo no tiene que ser en ningún momento batir a nadie, lo que tiene usted que buscar desesperadamente es generar α que es un concepto muy diferente.
Mire, incluso con sistemas malos puede usted generar α si tiene claro el objetivo final.
Hay dos maneras de trabajar que pueden modificar sustancialmente los resultados de cualquier sistema por malo que sea: una de ellas es la gestión del dinero, el money management, otra tan eficaz como la anterior y mucho más sencilla de usar es el spread trading.
Otra vez que me de la vena explicativa al estilo de hoy, hablaremos de ellas.