En El Blog de K. Bourbaki
hacemos uso intensivo de Html5, MVC4 y JQuery, nos verá mucho mejor con Chrome.
Sé que, a veces, me lío un poco cuando escribo poniendo fórmulas y demostraciones, pero es que les tengo a ustedes un respeto, e intento ser -dentro de lo que un blog permite-, lo más riguroso posible.
Lo que voy a contar hoy es, desde mi punto de vista, muy importante y me gustaría que lo leyeran hasta el final, por ello voy a evitar todo lo que pueda las demostraciones. A cambio les pido que crean lo que les digo así, por las buenas.
Las barbas de tu vecino
Nunca se ha podido aplicar mejor que ahora el refrán aquel de cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar
.
Pues eso, que le han pelado las barbas a Portugal y, por si acaso pelan las nuestras, lo mejor es tenerlas blanditas para que no nos haga daño la navaja. Desgraciadamente, vamos a tener que ser nosotros mismos quienes nos mojemos las barbas por que de los mentecatos que hemos escogido como gobernantes no deberíamos esperar ya nadaLamento si el uso del adjetivo mentecatos disgusta a algún lector, no he encontrado otra palabra más adecuada..
Dicho ésto, tratemos de prepararnos. En lo que sigue, voy a exponer secuencialmente los pasos que normalmente doy para desarrollar y poner en práctica una estrategia. Lamento si les resulta un poco largo o inadecuado para un blog, pero tal vez a alguno
le sirva.
Yo me planteo las cosas como si fuera una guerra, con su estrategia y su táctica; considerando las máquinas de guerra de que dispongo y considerando también el asunto de los suministros. Quienes hayan leído la serie "Crónicas de Guerra" que durante años publiqué los sábados en Expansión, ya saben más o menos a qué me refiero. Sigamos.
Lo primero, definir el marco de la guerra
No se trata ahora de acertar, sino de poner encima de la mesa lo que cada uno piense.
Éstas son mis ideas base al respecto:
- Pienso que no pasará nada en la bolsita en el medio plazo, quiero decir que, aunque nos bajen el rating, las empresas españolas se han diversificado lo suficiente en el extranjero como para que sea mayor el susto que el daño
- No obstante puede haber sufrimiento. Habrá empresas que, sin que sepamos realmente porqué, se peguen unos leñazos de consideración, y creo que en estos momentos es imposible saber cuáles serán, la bolsita es así de rara
- No contemplo por ahora una salida del euro, ni creo que Europa se desmembre pase lo que pase con Grecia, con Portugal o con nosotros. Si fuera así tomaría toda su vigencia lo que decíamos en este mismo blog a finales de septiembre, ¡que no pase!.
Así pues, esta guerra que se nos viene encima va a suponer sobre todo desconcierto.
La defensa de la plaza -de nuestra cartera-, sin abandonarla de momento es nuestro principal objetivo.
Si va a haber desconcierto -por lo dicho en 2-, y no pensamos abandonar por ahora nuestra cartera -por lo dicho en 1-, tenemos que implementar alguna estrategia que nos permita responder con flexibilidad y rapidez -no vaya a ser que pase lo dicho en 3-.
Necesitaré pues:
- Flexibilidad. Lo más importante es conseguir un control de mi cartera, de modo que
deje pasar el viento sin romperse
. Si consigo ésto no necesitaré abandonarla sino reconvertirla en la medida necesaria -según la fuerza del viento que venga-, o no reconvertirla en absoluto -si no pasa nada-
- Rapidez. Si el mercado se vuelve tarumba, siendo asuntos de rating la respuesta va a ser a la velocidad del rayo, voy a tener muy poco tiempo para reaccionar.
- Sencillez. Tengo que tener en cuenta mi capacidad de control. No estoy todo el rato pendiente de los mercados y no tengo a mi disposición todos los instrumentos del mercado. Intentaré buscar una estrategia con tácticas tipo
plato precocinado
, así no tendré que repensarme la ejecución.
Lo segundo, buscar una ventaja
En la guerra, hay que tener una o dos ideas -a ser posible independientes-, que representen una cierta ventaja sobre el hecho de no hacer nada.
No es crítico el hecho de que luego estas ideas se demuestren equivocadas, para eso están las tácticas de continuación y de salida.
Éstas son algunas de las ventajas que creo que puedo tener sobre el mercado:
- Me he dado cuenta de lo que pasa, -a la vez que los demás, ésto no es una ventaja-, pero voy a tomar medidas ahora, -ésto sí es una ventaja-
- No voy a deshacer mi cartera, sino que la voy a modificar de un modo reversible. Ésto será una gran ventaja cuando haya pasado el temporal
- Sé cómo generar liquidez al modificar la estructura de mi cartera. Si consigo tener liquidez -suministros- cuando termine la guerra, podré, o bien revertir mi situación anterior, o bien apalancarme para seguir al mercado tome éste la dirección que tome. Ésto es lo que propiamente se llama explotar la ventaja, y en explotarla era un experto Napoleón. Yo opino como él, a enemigo -mercado-, que huye ni puente de plata ni zarandajas, a por él con todo lo que tengamos.
Tácticas I
Aquí ya hará falta un poco de teoría, pero hablemos primero de la filosofía del asunto.
Yo sé que mi cartera soporta -entre otros- dos clases principales de riesgo: Uno el riesgo que tiene simplemente por el hecho de estar en el mercado, y otro el riesgo por ser como es.
Todas las acciones -en general todos los activos- soportan el primer tipo de riesgo, el de estar dentro del sistema, por eso se le llama riesgo sistemático. Además cada activo -por ser como es-, tiene otro riesgo llamado riesgo asistemático,
propio del activo de que se trate. Vean por ejemplo el riesgo que pueden tener Telefónica y Jazztel, si los mercados mundiales se hunden, ambas bajarán -riesgo sistemático-, pero seguramente Jazztel bajará mucho más y más rápido por el hecho de ser como
es y diferente de telefónica -Jaztel tiene mayor riesgo asistemático-.
Pues bien, mi cartera puede ser considerada toda ella en conjunto como un activo más de mercado y tendrá también su riesgo sistemático y su riesgo asistemático, si consigo trasladar todo el riesgo sistemático debido al mercado hacia un sólo activo, habré flexibilizado y simplificado mi cartera.
Conseguir ésto es sencillo, simplemente tengo que incorporar a mi cartera un activo
que replique al mercado y vender una parte de los activos que ya tengo, de modo que la nueva cartera cumpla mis requisitos de riesgoEn alguna ocasión he visto hacer este mismo cambio en base a rendimientos, es decir calculando la β de la cartera y comprando su equivalente en acciones. Olvídense, no sirve, hay que hacerlo a base de riesgo y luego corregir β.
En el caso español buscaría un activo que replique al Ibex 35. Podrá ser un Fondo de Inversión, un ETF o un derivado, cualquiera nos puede valer, con sus características propias -que influirán el el futuro comportamiento de la cartera y que habrá que
analizar-, pero repito cualquiera de ellos vale.
Así pues, una idea aceptable es cambiar una parte de la cartera por un sólo activo que recoja mi riesgo sistemático.
La gran ventaja es que -sea cual sea el activo seleccionado para el repuesto-, podré cubrir inmediatamente el riesgo sistemático de mi cartera con un sólo derivado o podré desprenderme de este riesgo con una sóla operación: la venta del activo.
Tácticas II
Una operación como la expuesta, va a provocar cambios significativos en mi cartera que -como hemos dicho-, hay que analizar con cuidado.
Dependiendo de lo mala o buena que fuera mi cartera, esta recomposición aumentará o disminuirá mi Índice de SharpeUna medida de la bondad de mi cartera basada en el exceso de rentabilidad que ésta tiene sobre el tipo Libre de Riesgo en relación al riesgo asumido para conseguirlo.
Referencio aquí el Índice de Sharpe por ser el más conocido y como medida sencilla, pero deberíamos hacer otras cosas y mirar también -y al menos-, Treynor.. Si el Sharpe de mi cartera era malo e inferior al Sharpe del mercado, ni se me va a ocurrir tocar nada más, cambiaré simplemente toda mi cartera por este sólo activo y corregiré mi β aproximándola a la que tenía, y lo haré apalancándome o simplemente comprando más activo -por ésto no va a aumentar mi riesgo-.
Si, por el contario, mi cartera era buena y tenía mejor Sharpe que el Índice, necesitaré
complementar este activo con acciones o con otros activos.
En este momento estamos ya ante lo verdaderamente complicado del asunto, y digo
complicado no porque sea difícil, sino porque la casuística es enorme y me veo incapaz
de explicarla en el espacio de este blog.
Sí que quiero apuntar el modo en que lo hago yo, que es empezando con una cartera
complementaria
que no tenga ningún activo distinto a los que ya tengo, así
me ahorro comisiones porque sólo tendré que hacer ventas. En general me quedo con
los activos de mejores dividendos si los hay. Cuando he conseguido una cartera complementaria
satisfactoria reduzco en lo necesario el volumen del activo base para que
no se me dispare el riesgo sistemático -que habrá aumentado-, y luego corrijo β.
Les advierto que ésto puede hacerse directamente a ojo. Como la idea es
buena, con tal de que las ponderaciones sean aproximadas mejorará la cartera y habremos
conseguido los tres objetivos estratégicos que nos hemos planteado, incluso aunque
perdamos algo de posible rentabilidad. Lo cierto es que nunca se sabe, hasta podemos
ganarla...
Tácticas III
Otra idea táctica, básica si se quiere obtener liquidez, es determinar que el activo
pricipal se construya a base de derivados.
Podríamos de entrada considerar futuros sobre el Índice de referencia -el Ibex en
nuestro caso-, pero conseguiremos lo mismo con opciones Call muy In The
Money de un vencimiento relativamente lejano, algo así como nueve meses o más. No
hay problema con el vencimiento porque vamos a pagar muy poco temporal si la opción
está suficientemente ITM.
Como es evidente haciéndolo con opciones Call ITM generaremos abundante liquidez
para hacer otras cosas, por ejemplo apalancarnos o constituir un depósito que, si
hay tormenta, debería ofrecer rentabilidades muy atractivas.
No sigo con esta táctica porque corro el riesgo de liarlo todo, pero sí digo que
ésta es la mejor de todas las tácticas, la más segura, la más barata y
la más flexible.
Tácticas IV
Ligeramente más sofisticada -y más efectiva- que las anteriores, esta táctica consiste
en que la cartera complementaria no sea construida con acciones en directo, sino
que se componga a base de venta de opciones Put más o menos In The Money
dependiendo de nuestro análisis de volatilidad y de que necesitemos mejorar mucho
la rentabilidad de la cartera complementaria.
¡Cuidado!, aquí puede ser necesario comprar Call -normalmente OTM- para hacer un
Split, no vaya a ser que empiece a subir y nos tire el quiosco.
Tampoco sigo por este camino por razones similares a las expuestas en la táctica
anterior, no quiero liarla. Sólo decir que introducir las Puts nos va a dar flexibilidad,
pero a cambio vamos a ir contra nuestro principio táctico de sencillez. Quien siga
este camino tendrá que calibrar este perjuicio -que advierto es grande-.
Ejecución
Decidida la estrategia a adoptar, que será una mezcla de las tácticas anteriores
procede su ejecución. Si se fijan, lo que estamos haciendo es una tranformada
sin apuestas, no queremos modificar nada de lo que tenemos, sólo queremos flexibilidad,
y como máximo cobertura.
Para ejecutar la estrategia, lo prudente es hacerlo simultáneamente -una vez todo
decidido-, y ésto porque como vamos a cambiar unos activos por otros, no nos interesa
dejar ninguno suelto porque suelen tener la mala costumbre de moverse por
su cuenta, en cuyo caso no podríamos casar la cartera nueva con la anterior.
Como en todo, aquí también hay una excepción, y aparece en el caso de las Puts a
que hago referencia en Tácticas IV, en este caso podemos dilatar un poco las ventas
porque tenemos el juego posible del strike de las opciones. Incluso podríamos escalonarlas
y adaptarnos al movimiento que exhiba el mercado.
Hay tres puntos importantes en los que casi todo el mundo suele fallar en estrategias
de cambio -como lo es ésta-, y vamos a resaltarlos:
- No empiece la ejecución hasta que tenga determinados todos y cada uno de los parámetros
de la estrategia
- Una vez iniciado el proceso, termínelo
- Sobre todo, no intente reoptimizar las estrategias en el momento de ejecutarlas,
no intente vender más caro lo que va vender ni comprar más barato lo que va a comprar,
simplemente ¡ejecute!. Si tiene un agente de confianza en su broker, es mejor que
el grueso de las operaciones las haga él, que, como es un broker, no tiene corazón
y las ejecutará correctamente, es decir sin pensar
Operativa durante el temporal -si es que llega-
Podemos hacer lo que queramos. Si tenemos un ETF por ejemplo, como está referenciado
al IBEX, podremos cubrirlo con una opción Put comprada, podremos aumentar su rendimiento
cubriéndolo con opciones Call, y todo ello de un sólo golpe.
Podremos vender una parte de este subyacente e ir comprando de nuevo las acciones
que teníamos si el cambio nos conviene. No olvide que si sus acciones hubieran subido
porque no pase nada, el ETF -o activo que los sustituya- va a subir también, no
va a perder nada porque el mercado suba.
Podemos ir recomprando las Puts vendidas -que sustituyen a las acciones- haciendo
caja a medida que suban y apoyarnos en las Call que tendremos también compradas,
y que, poco a poco, irán entrando en el dinero y dándonos delta. Tal vez empecemos
a recomponer la cartera original ejerciendo las Call o comprando directamente acciones,
en cualquier caso lo haremos bién porque nos habremos embolsado las primas de las
Put vendidas.
Salida y retorno a la cartera original
A medida que avanzo en el desarrollo de esta entrada, me voy dando cuenta de que
cada vez puedo decir menos porque cada vez pueden haber pasado más cosas.
Ahora es cuando no me queda más remedio que invocar la fe que les he pedido al principio
de este artículo: créanme cuando les digo que se sale sin daño pase lo que pase.
Sí que tengo que decirles que puede haber un cierto costo de oportunidad, especialmente
si al final no pasa nada. Siempre puede suceder que su cartera original se hubiera
comportado mejor que la estrategia, pero afirmo -sin conocer su cartera- que no
mucho mejor en ningún caso, por eso creo que merece la pena estudiar el
asunto.