En El Blog de K. Bourbaki hacemos uso intensivo de Html5, MVC4 y JQuery, nos verá mucho mejor con Chrome.
Hablaba en otra entrada de este blog de Markowitz y Sharpe, y en general de teoría de carteras diciendo que eran sistemas muy inestables, pero que -en un entorno adecuado-, podían tener su utilidad, hoy me voy a referir al famoso VaR.
Si calculamos el VaR a 10 días una cartera de acciones que vale 100.000€ con un nivel de confianza del 95% -lo que equivale aproximadamente a 2 desviaciones típicas- y el resultado obtenido es 13.528, significa que la probabilidad de que la cartera se mantenga entre un límite inferior de 100.000 - 13.528 = 86.472€ y un límite superior de 100.000 + 13.528 = 113.528€ es del 95%, o puesto en términos de Riesgo de Pérdida, que es lo más habitual y lo más comprensible: existe una probabilidad del 5% de que su cartera pierda más de 13.528€ en 10 días.
No sirve de nada, pero es lo que hay
A poco que se hayan molestado en leer la referencia de arriba al artículo en Wikipedia, se habrán dado cuenta de lo cierto del título de esta sección no sirve de nada, no es matemáticamente correcto y no puede considerar en manera alguna los riesgos extremos.
En los últimos follones que nos han organizado los Bancos, se le ha vuelto a echar la culpa al VaR. Más o menos dicen que se han focalizado demasiado los procedimientos de medición del Riesgo en métricas como el Value at Risk. Bien, una vez encontrado el culpable, lo que procede es reformarlo, y eso es lo que hacen ahora, por ejemplo la EBA en este documento, por cosas como ésta es por lo que complemento el título con ...pero es lo que hay.
Personalmente estoy muy de acuerdo con que no sirve -y lo sé en carne propia porque me he pegado unos buenos castañazos con él-, sin embargo yo tampoco he renunciado a utilizarlo; tal vez me pasa como a la EBA, que lo sigo usando porque no hay otra cosa.
Cómo veo yo el VaR
En primer lugar, en vez de tomar los resultados del VaR como una medida informativa del estado de la Cartera en el Mercado, me lo tomo como un indicador al que debo estar atento, no lo considero cierto en absoluto, pero sí indicativo. Es como cuando veo que el cielo se pone oscuro, no tengo la certeza de que vaya a llover, pero cojo el paraguas.
Desde este relajado punto de vista, tampoco me pongo nervioso y trabajo con VaR a un día, sino que utilizo un VaR a tres meses con un intervalo de confianza del 95%, lo que me sitúa dentro de una normalidad muy normalita; bien es verdad que todos los sucesos extraordinarios me van a afectar, pero como he dicho, lo único que quiero es un indicador que me avise de cuando es prudente sacar el paraguas, ya me ocuparé yo de abrirlo, que para eso lo llevo.
Sé que el VaR no me va a decir lo que tengo que hacer, pero para eso estoy yo, sepan que ésto es más bien un arte en el que hay que tener mucha técnica, es como pintar un cuadro.
Un ejemplo
Como siempre suelo hacer, éste es un ejemplo real sacado de los casos en los que trabajo, lo digo porque espero aclarar un poco más el Proceso Completo de Análisis de una Cartera en próximas entradas del Blog, y en ellas vamos a trabajar con esta Cartera Real, de modo que les adelanto un poco y así nos sirve de ejemplo.
En esta Cartera, lo primero que se ha hecho es calcular, para cada activo, su volatilidad histórica y hacer una prospección de su volatilidad forward a tres meses, a partir de ahí hemos obtenido el VaR individual para cada activo -histórico y forward-, según nuestra visión del mercado. Estos datos los veremos en otra ocasión.
El valor de la Cartera ahora mismo es de 109.240€, su VaR a tres meses, 95% es de 24.116€, y su volatilidad trimestral es del 13,42%.
Aunque los números son bastante normalitos, habría que actuar para ver si, de alguna manera, podemos disminuir el VaR, ésto lo haremos aplicando Markowitz y/o Sharpe, pero también en plan de andar por casa, lo que interesa en este artículo es lo que sigue:
Como tengo un VaR de 24.116€, no voy a preocuparme por la cartera hasta que baje de 85.000€ en los próximos tres meses, o hasta que analice de nuevo el indicador, -lo que suele suceder cada dos semanas-. Cuando la Cartera se aproxime a ese valor, sacaré el paraguas y estaré muy atento a lo que pueda pasar, que literalmente será cualquier cosa.
Lo que haga con la Cartera: venderla, cubrirla, introducir alguna estrategia que la proteja o lo que sea, va a depender de cómo esté el Mercado en ese momento, de cuál ha sido el comportamiento de la volatilidad y de cuál es la opción más barata para cubrir mi objetivo.
Conclusión
El VaR, como la mayoría de las medidas cuantitativas en Bolsa sirve para lo que sirve; yo les he mostrado para qué me sirve a mí -y me funciona-, por lo menos me deja tranquilo. Tal vez a ustedes les sirva para lo mismo. Es una herramienta que merece la pena conocer.